La elección del sistema operativo es uno de los primeros pasos a dar en el momento de desarrollar una app. ¿Qué hay que tener en cuenta? ¿Sólo los datos de mercado? ¿O existen otros aspectos claves? InQBarna, startup especializada en el desarrollo de apps para todo tipo de dispositivos móviles, analiza las cuestiones esenciales en el momento de esta elección.
Más usuarios en Android
Según el último informe de Kantar Worldpanel ComTech, los smartphones bajo el sistema operativo de Google han representado más del 70% de las ventas en los cinco principales mercados de la región (Gran Bretaña, Alemania, Francia, Italia y España). Es decir, que Android sigue arrasando. La primera lectura sería clara: si se quiere crear una app de consumo masivo, al menos en lo que se refiere al mercado español, los movimientos tienen que dirigirse hacia Android.
Pero pagan más los de iOS
Podría parecer que, teniendo en cuenta lo anterior, sería fácil decantarse por Android, ya que con un solo desarrollo se podría llegar al 70% de los usuarios. ¿Dónde está entonces el problema? Muy fácil: los usuarios de Android gastan muchísimo menos dinero en apps que los de iOS (iPhone/iPad). De hecho, muchos usuarios de Android valoran negativamente una app por el simple motivo de que sea de pago. Están acostumbrados al “todo gratis”, lo cual complica mucho el poder rentabilizar el desarrollo sólo con publicidad. Además, la publicidad puede resultar molesta o simplemente no tener sentido su inclusión en los formatos habituales. Si ves que la app podría tener mercado en Japón o Corea del Sur, se debería plantear desarrollar en Android, pues allí se encuentran los únicos usuarios de Android que se gastan tanto en apps como los de Apple, según el último informe del mercado de aplicaciones elaborado por App Annie. Eso sí, en ese caso, es imprescindible contratar un buen traductor para ofrecer la app en sus respectivos idiomas.
Si tu modelo es de pago por app, mejor iOS
Si bien el sistema operativo iOS (iPhone/iPad/iPod) tiene un número menor de usuarios, también es cierto que están más acostumbrados a pagar por aplicaciones de calidad. Además, se trata de usuarios mucho más experimentados en el mundo digital y el iPhone es un smartphone de alta gama, no así los modelos de gama baja de Android que no soportan muchas de las apps disponibles en el mercado. Así que si la idea es desarrollar una app en la que el modelo de negocio sea de pago, iOS es imprescindible.
Dos sistemas, mejor, y con modelo freemium
Teniendo en cuenta todos estos aspectos, desde InQBarna se recomienda desarrollar la app, si es posible en los dos sistemas, es decir, tanto iOS como Android. Y si sobra presupuesto, podría ser muy interesante el desarrollar para Windows Phone, que por ahora no está teniendo buen resultado, pero a un gigante de ese calibre siempre hay que tenerlo en cuenta. Habría que ofrecer la app de manera gratuita y cuando el usuario vea el beneficio de utilizar la app, ofrecer contenido extra de pago. El modelo freemium está cobrando una gran importancia. Sin embargo, hay que tener cuidado, el contenido extra que se ofrezca de pago tiene que ser muy relevante y debe cubrir las necesidades del usuario.