En los últimos días, un agrio debate está teniendo lugar en Reino Unido. El primer ministro David Cameron quiere bloquear la pornografía online por defecto, aludiendo al alto porcentaje de menores que tienen acceso a este contenido a través de Internet. La idea del gobierno británico es activar un filtro antipornográfico. Serán los propios usuarios los que tendrán que desbloquearlo firmando un permiso. Como es lógico, la propuesta ha generado una gran polémica. Otros países, como Islandia, estudian medidas similares.
En este contexto,el pasado domingo el periódico británico The Guardian publicó una estadística que pone en perspectiva el tráfico que la pornografía online genera en Internet. Y España no sale muy bien parada...
Los datos provienen de SimilarWeb, un servicio que se encarga de comparar páginas web con contenido similar. Según el análisis de tráfico realizado por esta compañía, España es el segundo país del mundo con más tráfico de pornografía online, el 9,58%. Esto significa que de cada 100 páginas visitadas por los internautas españoles, casi 10 son pornográficas. Generan un tráfico superior al de todas las redes sociales juntas. Sólo los buscadores y Youtube tienen más visitas que el porno. A nivel mundial, la media es del 7,65%. Sólo Alemania, con el 12,47%, supera a España.
El estudio también refleja que los internautas usan los grandes buscadores para buscar pornografía. Entre las 20 webs más buscadas en Google UK, cinco de ellas son pornográficas, y representan el 8% de todas las búsquedas en Google. Incluso una de ellas, Pornhub, se cuela en el Top 10. Para hacerse una idea de su importancia, las 5 webs pornográficas más buscadas generan más tráfico que todos los servicios online de la BBC.
¿Hay que plantearse dificultar el acceso a la pornografía online cuando parece demostrado que es más popular que las redes sociales, el correo electrónico o las webs de noticias? Son preguntas que sólo los sociólogos, los educadores y los políticos pueden responder...
Por ahora, parece que empresas como Google intentan dar el paso, aunque de forma tímida, al restringir la creación de apps porno para Google Glass, aunque recientemente han tenido que ver cómo se publicaba la primera película porno grabada con Google Glass.
¿Se pueden poner diques al mar?
Firmado por Juan Antonio Pascual en www.computerhoy.com